La segunda mitad del siglo XX, y sobre todo los años sesenta, fueron una época de enormes cambios sociales en todo el mundo en general marcados al comienzo por la Guerra Fría y al final por los inicios de la sociedad de la información. El mundo empezaba a globalizarse y Estados Unidos se encontraba en el centro instaurándose como la mayor potencia capitalista, papel que reafirmaría con la caída del bloque soviético. Aun así, este crecimiento llevó consigo un incremento de las desigualdades sociales en el país: las empresas se enriquecían gracias a los recién llegados medios masivos y muchas personas se percibían como sujetos pasivos ante una sociedad donde las masas, controladas por empresas y administración, empezaban a determinar el comportamiento del individuo.
Fue en este contexto donde se desarrolló el conocido como Pop Art, un estilo artístico que empleaba el grabado (técnica marginal hasta el momento) para la elaboración de obras con un fuerte mensaje crítico dirigido hacia el capitalismo norteamericano y sus consecuencias (carrera espacial, Guerra Fría, Vietnam…). Dicha técnica era una de las que más se empleaban para la publicidad del momento, lo que permitía que los mensajes artísticos contrastaran con el uso empresarial del formato. El uso de esta técnica, como sucede con la publicidad, permitía mandar mensajes muy directos y visuales e incluso, en ciertas piezas, se incorporó texto para facilitar su comprensión, como hizo Lichtenstein en Girl/Spray can from Walasse Ting. Esta obra muestra una mujer sonriendo al lado de un bote de spray mientras que, en la parte inferior, el autor escribió parte de los roles que la mujer deberá desempeñar solamente por serlo (casarse, tener hijos, consumir perfume, flores…). También es interesante destacar que la exposición contiene algunas obras fotorealistas, un género muy poco empleado que consiste en la adaptación de una fotografía a otros formatos artísticos como la pintura o grabado. Algo similar ocurre con el uso de la litografía, técnica que parte de la misma base pero que no busca el realismo de la obra, sino que se centra más en su significado. Estas obras tienden a estar repletas de crítica social contra figuras públicas como Mao Tse Tung, donde Warhol critica el hecho de que un presidente venda su imagen como lo haría un cantante. Irónico que, ese mismo año, Warhol publicara Vote for McGovern, mostrando su apoyo hacia la candidatura de George McGovern. Aun así, el cuadro se considera una crítica a Nixon más que un mensaje de apoyo.
Pese a todo esto, la crítica social no es el único adjetivo que describe esta exposición. Los años 60 también supusieron una época de desarrollo para ciertas corrientes del arte moderno como el minimalismo o el gestualismo, dando lugar a obras increíblemente estéticas pero, a su vez, con un mensaje de más difícil comprensión. Por otro lado, varios de estos artistas, empezando por Warhol , acabaron trabajando (aunque indirectamente) para grandes empresas como Campbell. En definitiva, la exposición está compuesta por obras críticas con el contexto del momento y por obras que abrazaban dichos cambios y los trasladaban a un lienzo con objetivos tanto artísticos como comerciales. Aun así, este último tipo de cuadros es completamente minoritario. Toda la exposición se desarrolla en un contexto de fuerte crítica social hacia unos aspectos de la sociedad del momento que, hoy en día, siguen más vigentes que nunca.